62-VLADIMIRO ORVALLES TRAUJE
1002 dibujos y sus extraños personajes.
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62-VLADIMIRO ORVALLES TRAUJE
Aventurero de nacimiento.Nacido en San Isidoro de Apaya abandonó muy joven su pueblo para
Ingresar a la troupe del viejo Jeremías que recorría los pueblos costeros del pacífico con cinco leones importados de Kenia y a los cuales tenía tan amaestrados que las gentes les rezaban al verlos tan mansos y familiares.Pues a estos leones Vladimiro adoptó como propios pues los heredó cuando Jeremías pereció mordido por una araña que se hospedaba detrás de una de las carpas de su pequeño circo.
Vladimiro aburrido de circos,leones y maromas los regaló al cura del pueblo para que los rifase en la pesca milagrosa que se haría a favor de los soldados de la penúltima guerra habida contra el Loco Venanci y despidiéndose del pueblo desde el púlpito parroquial les dijo que se iría a Islandia en un barco petrolero porque quería conocer las bondades del frío.
Allí conoció a Marievda Flink quien lo introdujo en el mundo del tarot y de las visiones del más allá,materias en las cuales llegó a cotas
de sabiduría y credibilidad que lo hicieron famoso entre las gentes de aquellas latitudes.
El periódico Apaya siguió sus andanzas por el mundo porque él fue comedido en enviar cada año el resumen de sus actividades aventureras pues pensaba que el pueblo las adoptaría como propias.
De allí partió hacia Nabgornod en la estepa rusa donde se enamoró perdidamente de una mujer albina y con tan buen corazón que le hizo prometer que nunca regresaría al trópico y que permanecería a su lado como Ángel de la guarda.
Se hizo homeópata y adiestrador de aves exóticas
y logró ingresar,no con pocos inconvenientes,al cuerpo de cosacos de la horda dorada.Con ellos se convirtió en un excelente jinete lo cual le posibilitó inscribirse en el Derby mongol después de pasar exhaustivas pruebas sicológicas y físicas.Aunque no triunfó sí logro culminar la penosa y difícil carrera logrando mención especial.
Cuando falleció su mujer se hizo sacerdote ortodoxo e ingresó al monasterio de San Andrés perteneciente a la eparquia moldava.
La última crónica que envió al periódico Apaya lo sitúaba en visita misionera en el poblado de Anyargon,no lejos de la frontera China.
Y nunca más se volvió a saber del aventurero apayense ni por activa ni por pasiva a pesar de las investigaciones que hicieron las delegaciones diplomáticas que fueron a Moscú.
Lo que sí quedó certificado es que abandonó la vida monástica y desde el monasterio parece que salió hacia Grecia con el ánimo de estudiar la cultura antigua griega.