53-JOSHUA DRILY
1002 dibujos y sus extraños personajes.
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53-JOSHUA DRILY
Conocí a Joshua en el caluroso ferroagosto romano cuando me hallaba pintando en el Ponte Santangelo.
Era un muchacho de talla menuda,ojos vivarachos y con acento español indefinido adquirido en sus viajes y peregrinajes por
America Latina.
Su cabeza decorada con un extraño sombrero diseñado,como mas tarde me diría,por el toscano Franco Berlussi,hippy conocido en Roma en los años 60.
Cuando se percató de la ruana que tenía anclada en mi caballete de pintura se detuvo atraído más por la curiosidad de conocer mi procedencia que de observar el lienzo que acababa de terminar.
-Hola,soy Joshua y supongo que por la ruana que tienes ahí colgada
eres colombiano.
-le miré sorprendido y le contesté que efectivamente lo era.
-Conozco bien tu país y me gusta su gente,su amabilidad,su humanismo aunque debo confesarte que me entristece que el país se esté sumergiendo en una guerra que probablemente durará muchos años.
-Tal vez tengas razón aunque confío y confiamos que la confrontación que ha surgido entre la joven guerrilla y el Estado se resuelva lo antes posible.
Cuando Joshua escuchó la esperanza que yo depositaba en el futuro frunció el ceño y con aire de desesperanza me dijo:
-Creo que la ecuación da un resultado a largo plazo ,tal vez medio siglo o más.Intrigado por las razones que me daría Joshua para tal afirmación me presenté:
Joshua,soy Iván y debo decirte que me encantaría escuchar los argumentos que tienes para decir que el conflicto armado de mi País durará medio siglo o más.
-He de confesarte Iván que mis argumentos no son fáciles de entender puesto que me baso simplemente en especulaciones matemáticas
-Le miré con cierta sonrisa que no pude disimular-y como es eso,no entiendo-le dije
Joshua al comprender mi inquietud me propuso que cuando terminase mi trabajo pictórico del día me esperaría en el restaurante Il Gladiatore Azurro y allí hablaríamos sin prisa-te espero
y me gustaría invitarte al rissoto especial,te parece?
-claro que sí-!allí nos veremos a las ocho de la noche.
El resto del día fue muy caluroso y mi extraña inspiración inició el cuadro rojo,como asi lo llamé,en el cual se combinaban extrañas formas de fusiles que apuntaban hacia una indefinida pared en la cual flotaban igualmente extrañas sombras de personajes abatidos.
El restaurante Il Gladiatore Azzuro era en realidad el comedor de la casa de la familia Tresi,familia obrera que solventaba su economía cocinando para estudiantes y sitio al cual acudiamos en aquel entonces.
Llegué puntual a la cita con Joshua.Cuando pregunté a la señora Tresi si mi amigo había reservado mesa en el comedor,me indicó
-guardalo!
Joshua estaba allí con su inseparable sombrero Berlussi.
Hola Iván,me gritó desde el fondo del comedor.
Como la vida es el permanente resultado de ecuaciones,este nuestro encuentro es nada más y nada menos que una ecuación siempre perfecta-me dijo.
-Deduzco Joshua que las matemáticas es tu religion-le dije
-Claro que lo es-me contestó con rotundidad
El señor Tresi interrumpió nuestro saludo para definir el acompañamiento del rissoto.
Hoy beberemos Chianti Galo Nero-pidió Joshua.
El modesto comedor abundante en figurillas de dioses romanos antiguos y decoradas con
pequeños ramos florales,conferían un aspecto cuasi sacro al restaurante,acentuado por el ruidillo metálico de un enorme ventilador de aspas doradas que flotaba como ave prehistórica sobre las cabezas de los comensales.
Joshua llenó las copas y levantando la suya ceremoniosamente ,me propuso un brindis por la matemática que rige todo lo creado,por la extraña belleza de los números,por
la armonía escondida en sus relaciones..
Mientras eramos servidos por la señora Tresi,Joshua apuntó directamente al tema que nos habíamos propuesto .
-Te mostraré por cual razón matemática el recién iniciado conflicto de tu país durará más de medio siglo..
-La verdad es que siento inquietud y curiosidad por conocer tus argumentos-le dije
Una vieja rocola rompió el aire del restaurante con la canción napolitana funiculi,funicula a la cual algunos comensales se unieron animadamente impidiendo nuestra conversación.
Joshua molesto ,tal vez ,por el excesivo volumen de la música se levantó bruscamente del asiento y rogándome que lo disculpase,iría a rogar a la familia Tresi que bajase el volumen del aparato.
Lo vi perderse detrás de una gruesa cortina que separaba el pequeño hall del restaurante.
Me quedé esperando la solución del pequeño problema que impedía nuestro diálogo,mas la música continuó con su elevado tono y pensé que algo se hablaba entre el señor Tresi y Joshua o así me pareció adivinar.
De pronto observé que Joshua salía con su cara desencajada y pronunciando extrañas palabras abandonó abruptamente el restaurante.
Mi inquietud crecía ante las circunstancias que aún no acertaba a descifrar.Imaginé que Joshua regresaría rápidamente al local.
Pasados diez minutos de espera,servido el rissoto y ya mermada la primera copa,fue la señora Tresi con su caminar vertical,con su voz ronca y fuerte quien me dijo-hijo,creo que Joshua no regresará y no debes preocuparte porque el restaurante te invita.Come tranquilo y que aproveche.
Ni la señora Tresi,ni su marido que mostraba el mismo semblante sereno me explicaron sobre lo sucedido con Joshua y la verdad es que no quise enterarme porque un extraño sentimiento me decía que dejase las cosas así,que todo sucede dentro de la perfecta ecuación matemática de la vida tal como lo aseguraba mi personaje del Ponte de Santangelo.
Un gato negro,al cual no había visto,vino a sentarse en la silla de Joshua.
Qué rara ecuación-concluí sin hallar explicación a su presencia.
