291-EPÍSTOLA A SANCHO SOBRE LOS MIEDOS

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291-EPÍSTOLA A SANCHO SOBRE LOS MIEDOS.

Te hago saber querido Sancho que esta plática sobre el miedo me asusta ,no por el miedo en sí ,

sino por resultarme tan desconocido como fantasma o alma en pena que aparece flotando en medio del cementerio.Y valgamen mis nervios que se han de templar para mirar de frente duendes,fantasmas,,espiritus y todo lo que venga desde las oscuridades de este mundo o del más allá.

Que tengas temple,que no se te arruguen los entresijos,que no cierres los ojos ni hagas mimos de espanto porque lo que te contaré  parece más cosa de santos y de extasiados que es lo mismo que hablar de fantasmas por sernos temas desconocidos.

Se dice y me lo contaron que en tierras cercanas a las tuyas a una tal Berenjena López vecina de la casa cural,mujer piadosa y sacristana ,pasadas las efemérides de Semana Santa  ,que yendo al encinar del pueblo a recoger una mermada cabaña de ovejas que poseía ,habiéndola sorprendido las primeras oscuridades de la noche ,presentósele en lo alto el cielo una extraña y luminosa máquina ,que no fantasma,espíritu o cosa parecida,la cual se detuvo encima de su cabeza a distancia de un cuarto de legua derramando abundante luz en el paisaje y produciendo tan leve y sutil ruido que molestaba los oídos como si fuese avispon a veces y a veces mosquito y desde la cual desprendíase  un aire tibio como si soplasen los aires de primavera desde la boca del mismo Eolo.Suspendida  como extraño moscardón en la noche naciente ,las ovejas y el perro pastor echaronse a dormir como si música celestial los arrullase,desprendidos de miedos o pavores como tendría que ser natural ante acontecimiento desconocido.

Cuéntase que narró Berenjena que sintió tanta placidez como sus animales y que ya no quería,ni por asomo,desprenderse de aquel encanto mecánico y lumínico.El caso es que pasada una hora la mujer se durmió lo mismo que hacía su cabaña y que vino a despertar al despuntar el alba cuando la susodicha máquina produjo un ruido de cohete de feria y avanzando en rapidísimos zigzagueos terminó  perdiéndose en las últimas nubes del horizonte.

Regresada el encinar contó al cura lo sucedido y este que creía más en animas benditas,en apariciones sagradas y en extasis de santos le dijo que se dejase de boberías y que más bien tomase infusiones de malva,clavo,propóleos o manzanilla porque a  claras vistas ese flemon que traía desde días atrás le estaba produciendo calentura mental y echándole una rápida bendición la despidió para que se dedicase,mejor,a los oficios de sacristán que ya traía en retraso y no a contar historias de apariciones de máquinas fantásticas.

Y contado lo que se me contó podría decirte querido Sancho que es tema de miedo,como te dije en principio,no por lo habido sino por lo desconocido porque nada asusta tanto al alma humana como aquello que no sabe interpretar,o juzgar o conocer sobre cuerpo cierto.Y si a ti o a mi llega tal aparición  andaríamos tal vez con pies en polvorosa y lo que fue máquina según Berenjena a nosotros nos hubiese parecido fantasma volador y luminoso o alma del purgatorio en pena esperando suspendida en el aire nuestras jaculatorias para liberarse de las llamas que purgan.

Y debo decirte que lo mismo ha sido visto por ojos de pescadores y pescadoras sin que les parasen mientes a sus cuentos porque si en tierra se duda del mar se ignora por ser éste tan ancho y por ser espejo de nubes y fascinaciones.

Enfin,querido amigo y me planto aquí en esta epístola y conste que te conté y nadie,antes,te lo contó.Y si lo narrado no te asusta te lo creo y si a ti se te aparece acepta la dormicion,quédate tranquilo y observa el metal de la nave,si tiene o no puerta o ventana,si se perciben críaturas a través de ellas y recopila cuanto tus ojos capten y tu mente procese porque a lo mejor con mucha atención viene la observación y con esta llega el conocimiento de lo visto y esto aumenta nuestro patrimonio y lo que en principio fue extraño,espanto,fantasma o duende viene a convertirse en objeto de la realidad.

Que vayas con Dios que con el mío estoy