265-BENEIDICTA AZUERO VALS
1002 dibujos y sus extraños personajes.
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265-BENEDICTA AZUERO VALS
Sentí curiosidad sobre la vida y milagros de Benedicta pues de ella me relataban historias tan fantásticas que me resultaban increíbles.Acudi a su consultorio médico y me atendió con la amabilidad y buen humor que le son propias.
Sabedora de mi curiosidad me advirtió que sus historias no pasan de ser simples cuentos que la gente se ha encargado de sublimar,haciendolas increíbles y convirtiéndola en una heroina,cosa que no es así.
Prevenido así la doctora me hizo poner cómodo y con su franca sonrisa me dijo:te contare la historia de la bruja de mi pueblo.Cuando niña habitaba ,vecina de nuestra casa,Doña Misia,como le decíamos.Era una mujer extremadamente delgada y todo lo celebraba con una carcajada metalica y estridente.Por esta razón los niños la llamábamos entre nosotros como la bruja Misia y claro se empezaron a crear historias más cercanas a la literatura de ficción que a la vida.
Pero la que te contaré tiene relación conmigo.Era un domingo de julio,nos encontrábamos cuatro amigas explorando el bosque,por cierto muy espeso en pinos y araucarias en el cual a lo largo de los años se habia formado una alfombra vegetal que propiciaba el crecimiento de setas y hongos de variados colores.
Aquello motivaba nuestra imaginación infantil y el escenario era propicio para hablar de duendes,fantasmas y brujas .El caso es que repentinamente el cielo se encapotó con nubes gruesas y oscuras y una potente tempestad nos sobrevino con aparato de rayos y sus luces.Tuvimos que guarecernos en una pequeña cueva y para nuestra desgracia se nos precipitó la noche y ya no supimos como salir del bosque.
En medio de nuestra angustia dije a mis tres compañeras,haciendo broma:ojalá viniera una bruja buena y nos llevará en su escoba hasta el pueblo..ATerrorizadas me rogaron que no mencionase a las brujas porque son muy sensibles por la noche y nos podría suceder algo terrible.Acurrucadas y con la sensibilidad a flor de piel sinembargo insisti en las brujas porque recordé a nuestra vecina Doña Misia, la bruja Misia ,y como era una buena persona y amiga de mi madre la invoqué con toda mi alma para que ejerciera de bruja y viniese en nuestra ayuda.
De pronto el cielo se iluminó con una luz verde fosforescente y se escucharon ramas quebrándose violentamente y cuando miramos al exterior de la cueva ahí estaba mi vecina,la bruja Misia,montada en una escoba cuyo palo excedía la medida normal de cualquier escoba y con su carcajada estridente nos dijo con voz de mando:muchachas subasen al palo de la escoba,agarresen fuerte y nos vamos!!!
Sentimos el fuerte impulso y lanzadas por el aire,aparecimos en medio de la plaza del pueblo sin ser vistas por las gentes que en ese momento paseaban.
Las cuatro nos miramos como si hubiésemos salido de un cuento imposible y pudimos regresar a nuesrtras casas sanas y salvas.La bruja Misia desapareció de nuestra vista sin decirnos nada.
Apresuradas preguntamos por nuestra bruja vecina y buena bruja y para nuestro asombro nos contaron que había sido ingresada de urgencia en el hospital,justamente a la hora en que fuimos transportadas por ella,al ser aquejada de infarto.
Nunca pudimos descifrar aquello que nos sucedió.
Y por hoy-me dijo,la doctora-llévate esta historia que podría ser un interesante cuento de niñas,bosque y bruja.