226-VENTURA ASES REMON

1002 dibujos y sus extraños personajes.

1002dibujos@gmail.com 

226-VENTURIA ASES REMON

Nacida tierradentro y alejada de costa,sintió desde niña una curiosa atracción  por el mar hasta el punto que a sus siete años sus padres,dada la obsesión de la hija,decidieron mudarse a la costa atlántica para dar satisfacción a las inquietudes de la niña.

Para algo la necesitará el mar!-decía la madre.

Para algo la necesitará!-exclamaba el padre repitiendo el sentimiento.

El caso es que era tal la afición al mar  que su profesora de la escuela advirtió a los padres que hablasen  con el sicólogo porque la niña sufría prematuramente de ablutomania porque todo tiempo de recreo lo invertía en bañarse en el mar y expresaba continuamente a sus compañeros esta su extraña necesidad .Pero en realidad la niña era hidromaniaca-según diagnóstico el sicólogo- y en última instancia Venturia fue tenida  por tasolomaniaca, manía que definía ampliamente las inclinaciones de la niña hacia el mar.

Más los padres pensaban que todos esos términos del sicólogo eran pura pendejada porque la niña amaba el mar desde un punto de vista vital y lo que en realidad  tenía -manifestó el padre -era aritmomania porque se interesaba obsesivamente en los números que acompañaban ese oleaje que desde el horizonte  marino venía hacia ella.Contaba Venturia las olas que producían las embarcaciones ,los vientos del norte y los del sur,el,oleaje que producían las aves al acuatizar en bandada y aunque no pretendía sacar conclusiones matemáticas cualquier observador hubiese pensado que la  muchacha tenía más marcado su destino matemático que el marino.

-a esta hija la están matando el mar y los números-se quejó la madre

Cumplidos los veintiun años  en una tarde de marejada y de luna llena Venturia hizo su inmersión en el mar agitado y advirtió a un tal amigo Florencio ,que le daba gustos de novio,que no contase lo que iría a ver y que se preocupase de contar a sus padres lo sucedido sin exagerar ni asustar.

El caso es que Venturia se adentró en el mar con tal destreza de nado que a Florencio le pareció haberla visto convertida en sirena pues identificó perfectamente la cauda escamosa con la cual remaba con seguridad y elegancia.

-mi novia es una sirena-gritó el muchacho sin que nadie lo escuchase.

Hasta la luna menguante de hoy ni Florencio ni los padres de Venturia han podido explicar la extraña desaparición de Venturia Ases Remon.