203-ALUCINACIÓN FEBRIL

1002 dibujos y sus extraños personajes.

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203-ALUCINACIÓN  FEBRIL

No es fácil entender la curiosa mecánica de alucinaciones y trataré  de explicar la experiencia cuando la fiebre se trepó,como serpiente de pesadilla,a mi cabeza.

Todo sucedió cuando el grande y oscuro escorpión escondido en mi zapato clavó  su agudo aguijón en mi mano cuando buscaba a oscuras el calcetín que dormía en el interior de dicho zapato.

Carajo-algo me picó-exclamé sin ser escuchado por ninguno de los habitantes de casa.

Poco a poco la mano perdió sensibilidad y una pesadez cálida empezó a instaurarse en mi cabeza.No quise alarmar a nadie y preferí sumergirme en aquella experiencia febril como si se tratase de explorar cueva,pozo o socavón en el cual se esconden raras críaturas.

Al primer personaje que hallé fue a un personaje que crei llamarse Oríon el cual recogia gotas de cierto licor que desprendíase de la luna y licor que en principio parecía no derivar hacia sitio alguno.Que extraño esto-me dije-y que será de este licor y que claves esconde?

BIchos,estrellas,hilos que los ataban en sitios que nada definían.Un hombre asombrerado caido y mirando hacia el cielo con su cuerpo descompuesto en geometría desigual y  troupe de variados personajes entre hombre y animal.Todos conformando un escenario en el cual cada espiritu se hallaba centrado en sí mismo y los unía el hallarse flotando sobre un océano navegado por pequeños barcas y variados peces.

Sudaba a raudales y  aunque quería tomar conciencia y conocimiento sobre lo vivido en aquel paisaje ejecutado por la fiebre producida por el escorpión,no era fácil adivinar sobre lo aquello significaba.Vi letras que hablaban de personas afines en un mundo sordo y absolutamente silencioso.

Parece ser un sueño estando despierto-pensé.

Puede descubrir una llave que depositaba su líquido en el océano,líquido que quise beber al hallarme sediento en extremo.Una voz interna me advirtió que no la bebiese porque era licor de luna,ese mismo que Oríon recogia en su rara vasija..

Me sumergí hasta la plataforma del mar y encontré carro,carroza,carriola,armon o carricoche,lo mismo da ,el cual me propició,con enorme fortuna,el poder escapar de aquel cálido,húmedo y rarísimo escenario llamado alucinación febril.

Cuando crucé ,como Alicia,aquel espejo de la alucinación ,me hallé con mi aguijoneada mano con cinco dedos que parecían boteríanos dedos.

(“Pequeñas historias “de IPA)