193-CELIA NARANJAL TOUS
1002 dibujos y sus extraños personajes.
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193-CELIA NARANJAL TOUS
Quién lo diría!...que aquella humilde y recogida señora,la de casa de piedra situada allá en la esquina,la señora Celia Naranjal Tous que había llegado de España huyendo de la guerra provocada por el terrorismo,llegó para incorporarse ,sin quererlo ni soñarlo ,a la nueva guerra suscitada en este país por otro terrorismo.
-que vaina Doña Celia -le dijo monseñor Eutandi-usted saliendo de lo malo para llegar a lo peor,así son las cosas que pasa en esta vida.
Y todo sucedió de forma casual pues en el último año conoció a un caballero quien decía admirar su recato y belleza,invitándola a salir para que poco a poco se fuese haciendo con la nueva sociedad que la acogía.
Se enamoraron y contrajeron matrimonio al poco tiempo de conocerse pues doña Celia pensó que la vida quería compensarla dándole un marido generoso,rico y por cierto,guapo.
Acordaron ir de luna de miel por las regiones del sur recorriendo pequeños pueblos que parecían postales de cuento,conociendo a gentes buenas y a campesinos llenos de generosidad y entusiasmo que explicaban a la extranjera las bondades de la agricultura y los exquisitos sabores de sus frutas y verduras orgánicas .
Al cuarto día de alegre recorrido se presentan en la habitación de su hotel dos hombres que dicen ser autoridad y que necesitan hablar con el señor Alvar Cint y Peña porque se afirma que se encuentra involucrado en robo de tierras en el norte del país ,y lo peor de todo-le dijeron al unísono-”"porque usted señor Alvar está implicado en dos asesinatos de personas desprovistas de las susodichas tierras”
El señor Alvar enmudeció al cruzar sus ojos con los ojos acusatorios de los dos hombres.
-Señor Alvar sentimos decirle que queda usted detenido
Doña Celia que nada entendia miró a su esposo y comprendió que la vida le jugaba una nueva pasada al tenerla atada nuevamente a otro guerra no propia y protagonizada posiblemente por el hombre con quien había jurado en el altar compartir vida bienes y dolores.
Y así,sin quererlo ni soñarlo,Doña Celia Naranjal Tous de Cint volvió a creer que debería huir en busca de otro país donde no existiese la guerra del terrorismo.