344-EL MANGO

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344-EL MANGO
Los ojos del niño cuando se encontraron con el corpulento y amplio árbol de mango se quedaron extasiados y sorprendidos con la belleza de sus abundantes frutos que parecían botones de oro.
Mamá,preguntó:son de oro?
Son dulzura!!- le respondió.
El sol resbalando suavente en la piel de los frutos y el espectáculo del bello arbol conferían al entorno un espíritu de bondad y de magia que tenían al niño sobrecogido y encantado.
Mamá-rogó el niño-me cogeras aquel fruto donde el sol se mira como si  fuese un espejo?
Si te mueves hijo-dijo la madre-el sol  se estará reflejando en otro mango y por esta razón me es difícil cogerte el mango que tú ves porque el sol salta de mango en mango.
Entonces el árbol esta encantado?-preguntó el niño.
No,no-explicó la madre-lo mágico es el sitio que ocupas en este momento y solo tú puedes disfrutar la belleza del mango si permaneces quieto mientras el sol derrame sus precisos rayos sobre la piel del mango que observas.
Entonces la madre una vez que el sol se retiró con sus rojizos y bellos rayos detrás de las últimas montañas, se sentó con el niño  debajo del frondoso árbol y le contó mientras acariciaba el bello fruto sobre las enseñanzas de quietud y contemplación que Buda impartía debajo,también,de otro frondoso árbol de higuera.
Y le contó también mientras el niño recostado en su regazo repasaba el mágico árbol,como el rey Akbar El Grande enamorado de la belleza del mango ordenó a sus jardineros:Yo,vuestro rey,os ruego  y así ordeno que sembréis cien veces de a mil mangos en mis jardines y que así,cuando yo y vosotros seamos viejos,podamos recrearnos en su belleza,en sus amables sombras y comer de sus dorados frutos.
E iniciando la noche su recorrido,la madre al observar que su niño empezaba a dormir,tomó uno de los frutos para darlo al niño cuando llegasen a casa.

Y cuenta la leyenda que al despertar el nuevo día el niño vio como el mango que su madre había tomado del árbol brillaba como si el sol estuviese dando sus dorados rayos sobre la brillante piel del hermoso fruto.

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