342-CLUB EL INCÓGNITO
1002 dibujos y sus extraños personajes.
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342-CLUB EL INCÓGNITO
Borela Heinz y Clamia Rengifo fundaron allá en la década del setenta un curioso club,por llamarlo de alguna forma,llamado El Incógnito.Lograron,gracias a su persistencia,reunir un grupo de veinte socios a quienes apodaron los veinte apóstoles de Borela.
Las reglas de su club eran claras:sólo podrían ser miembros aquellos que dudasen de lo incógnito.
Aquellos primeros aspirantes se encontraron con un enorme disparate:como dudar de lo incógnito si precisamente desconozco lo incógnito?-se preguntaban.
Otros,más avenidos con el mundo de la farándula interpretaron que la palabra incógnito se relacionaba con aquellas figuras públicas que gustaban de disfrazarse de algún modo y pasaban inadvertidos asistiendo a juergas y orgias o simplemente desvaneciendo u ocultando su perfil público en actos que les serían reprochados y castigados si ejercían como tal figura pública.Y por esta razón pensaron que el club El Incógnito era simplemente una tapadera para ayudar al ocultamiento de personas públicas,pero se hallaron con la rotunda afirmación de las dos fundadoras que ellas no estaban para propiciar alcahueterias ni comportamientos asociales.
Otros que andaban con sus mentes sumergidas en problemas matemáticos pensaron que el club estaría conformado por sesudos buscadores de terminos incógnitos en elevadas ecuaciones matemáticas pero se toparon con la simple explicación de Borela que su club solo se comprometía con enunciar elementos o referencias de incógnitos y que sus mentes estaban enfocadas en hacer demostraciones sobre lo incógnito y a dudar de dicho factor incógnito.
Y como el campo exploratorio era tan amplio,los aspirantes propusieron términos incógnitos que iban desde las deidades hasta las propias existenciasg,dudando claro está,como aquellos presocraticos que dudaban de los seres porque aducían que en un mundo cambiante nada es ahora como lo será en el próximo instante y por lo tanto era válido dudar de la realidad .
Sólo veinte socios lograron el beneplácito de Borela Heinz y Clamia Rengifo para enfrentarse con herramientas filosóficas o simplemente imaginativas y llegar asi poner en jaque y en duda la propia entidad de lo que aparecía como incógnito.
Los periodistas que pasaban enfrente del local que con enormes letras cursivas y azules anunciaba:Club El Incognito,siempre se sintieron tentados de entrevistar a los extraños miembros del muy extraño club y en vista de que siempre se les negó entrada decidieron,en oculta decisión,hacerse con los cubos de basura del Club para espiar en sus papeles y basuras pistas que les permitiese definir exactamente de lo que se trataba dentro de sus muros.
En principio lograron hacerse con dos folios en los cuales se ponia en duda la muerte y se argumentaba con difíciles razones la validez de la duda sobre las propias existencias.
Pasados dos años el club desapareció y las dos mujeres y sus veinte apóstoles tal vez cansados de tanta especulación y de tanta duda sobre los incógnitos o las incógnitas ,decidieron,dicen las lenguas largas,retirarse a los monasterios budistas donde guardaban la esperanza de sosegar sus calenturientas mentes.
El caso es que al día de hoy nadie ha podido dar con certeza sobre el paradero de tan curiosos personajes.