343-SABINA LA PERFUMADA
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343-SABINA LA PERFUMADA
En aquella calle 43 vivía Sabina.Mujer bella,bien compuesta,agraciada con los dones que la vida regala.Gozaba de la frescura de los veinte años y la verdad es que no se encontraba en la vida para pasar desapercibida.
Un martes de gloria la vimos por primera vez recorrer la larga calle 43 subida en un carromato llevada por su novio Felias.Ella ,vestida con florecido y amplio vestido,saludaba a uno y otros como si fuese la reina universal de la belleza y la verdad es que a todos atraia su hermosura y bien armónico rodar por la amplia calle.
Pero lo más llamativo y que a todos volvía locos era el perfume tan suave e intenso que asperjaba desde su cántaro a todos los transeúntes hasta el punto es que todos se sentían bendecidos y perfumados largamente con el aroma de Sabina.
Su ritual se hizo costumbre y no había más alegría en el mundo que aquella que asistia a todos quienes cada martes salían a las nueve y punto de la mañana para verla pasar,siempre acompañada del Felias de su joven corazón,repartiendo perfume y dejando en los cuerpos y almas tal bienestar que se sintieron, ya de por vida,incondicionalmente atados a la bella joven que tal alegría les propiciaba.
Lo extraño es que todos aquellos que asistían a su ritual permanecían felizmente atados al aroma de su perfume y se decía con razón que los habitantes de la calle 43 estaban bendecidos con el delicioso aroma que despedían sus cuerpos,sus casas y todas las cosas habidas en sus hogares.
Pero como nada es eterno Sabina murió el día que cumplía veintidós años.
Felias el chico que arrastraba su carromato desapareció sin dejar huella y la calle 43 ,dada la ausencia definitiva de Sabina ,poco a poco fue perdiendo el aroma heredado y las personas,las casas y los objetos habidos en sus interiores recuperaron el olor original que les pertenecía.
Ay Sabina,ay Sabina,regresa!-cantan en la calle 43 invocando a la bella joven que llenó sus breves sueños durante dos años de sus vidas.
